La editorial madrileña Quaterni, especializada en literatura oriental, inaugura su nueva colección de «Miniaturas» con estos Cuentos japoneses de doncellas, una breve selección de relatos y leyendas extraídos de Japanese Fairy Tales (Londres, 1910), la obra más conocida de la escritora inglesa y orientalista Grace James (1864-1930). En la nota preliminar que acompañaba a la edición inglesa, la autora -residente en Japón- revelaba al lector sus fuentes de inspiración: el famoso Kojiki («Crónicas de antiguos hechos del Japón») y sus propios recuerdos de escuela y niñez. La edición original se acompañaba asimismo de un buen número de atractivas ilustraciones, obra del reputado artista Warwick Goble.
De los treinta y ocho cuentos recogidos en Japanese Fairy Tales, Quaterni nos ofrece siete, seleccionados y traducidos por Juan Jiménez Ruiz de Salazar. Divinidades condenadas a un amor imposible o que viven un destierro involuntario, doncellas prisioneras de un fatal destino, espíritus maléficos que amenazan a los mismos hombres que seducen, zorros disfrazados de niñas, geishas sacrificadas por amor… Es probable que algunas de estas historias ya las conozcan los aficionados a la literatura japonesa (la tejedora celeste, el cortador de bambú, la doncella de la nieve…), pero no creo que esto les impida disfrutar de unas versiones tan encantadoras. Grace James fue una apreciada escritora de cuentos infantiles, y aunque sus relatos japoneses no están expresamente dirigidos a un público menor, algo tienen de la simplicidad e inmediatez de los cuentos para niños. Hay sin duda caminos más directos y genuinos para adentrarse en los mitos y leyendas del Japón, pero creo que estas versiones occidentales primeras tienen -como las de Lafcadio Hearn- su propio valor y atractivo; y en el caso particular de Grace James, el indudable mérito de ganarse el interés del lector con los recursos literarios más sencillos.
Reseña de Manuel Fermández Labrada
Te noto muy japonés últimamente. Yo me he despistado y no he llegado a tiempo para poder pedirme este por Reyes…
Tienes mucha razón, Violeta. Ya me iba dando cuenta de que se me acumulaban demasiadas portadas japonesas en el blog… Creo que todo viene de que la literatura japonesa la he comenzado a leer más en los últimos años, y tengo mucho «terreno virgen» por delante (creo que a ti también te gusta bastante). Saludos,
Manuel